Pránica viene de la palabra “Prana” del sánscrito que significa energía vital.

Alumno directo del fundador de éste método, Master Choa Kok Sui. Tuve el privilegio de compartir con él durante varias épocas y recibir de él instrucciones muy personales para beneficio propio y de mis pacientes. Durante 15 años fui instructor de estas técnicas en diferentes países.
La Sanación Pránica tiene sus orígenes en diferentes culturas y formas de sanación, logrando un método sencillo y efectivo carente de efectos secundarios si se aplica debidamente.
La Sanación Pránica trabaja sobre el cuerpo vital o etérico de las personas y no requiere del contacto físico. El sanador adquiere el Prana o chi a través de la respiración y lo proyecta al paciente a través de las manos o de los dedos con dos finalidades: limpiar y energizar. Se limpia para retirar energía enferma y se energiza proyectando energía limpia. Previo a estas dos técnicas se explora al paciente para determinar las áreas que han de ser tratadas, pudiendo ser chacras, tejidos u órganos incluso distantes del área donde el paciente refiere su sintomatología. Existe un principio fundamental: la persona con mayor nivel de energía vital, con mejor distribución de la misma, tiene mayor oportunidad de tener mejor salud física, emocional, mental y una mayor conexión con el mundo espiritual.
La Sanación Pránica es aplicable en todo tipo de paciente, en cualquier edad de la vida y con cualquier tipo de dolencia. También puede ser aplicable a distancia lo cual me permite hacer terapias efectivas con pacientes residentes en lugares distantes u hospitalizados. Con conocimiento, el terapeuta proyecta amorosamente energía sanadora principalmente a través de las manos con atención, intención y concentración para así ayudar al paciente. Esta energía se aplica al aura, a los chacras, a los meridianos, a los órganos, a los tejidos según las necesidades que cada paciente tenga y esto se determina realizando un buen diagnóstico por parte del sanador. Para ello, tener la formación como médico universitario contribuye en gran medida pudiendo integrar también ese conocimiento al acto sanador.